jueves, 18 de noviembre de 2010

Reseña: La traducción cultural en la Europa moderna. Akal 2010


Si bien tarde, aunque ya se sabe más vale tarde que nunca, nos disponemos a compartir con vosotros la reseña del libro La traducción cultural en la Europa moderna editado por Peter Burke y R. Po-Chia.

El presente libro es una compilación de ensayos que giran todos en torno a la traducción cultural en el período de la edad moderna en Europa. La propia obra está dividida en tres partes, una primera de Traducción y Lenguaje integrada por cuatro ensayos, la segunda parte también integrada por otros cuatro ensayos versa sobre Traducción y Cultura, y por último una tercera dentro de la cual se engloban otros cuatro ensayos de Traducción y Ciencia; a la edición española se añade además un apéndice.

La primera parte de la obra, titulada como Traducción y Lenguaje, es una introducción a los propósitos de la misma, en este sentido el ensayo de apertura de Peter Burke “ Culturas de Traducción en la Europa Moderna” cumple esta misión introductoria, como el editor y autor dice el libro está pensado para dar un panorama general de la traducción en Europa durante la Edad Moderna y abordar la misma como traducción entre culturas, es decir, la traducción cultural por sí misma yendo más allá de la mera traducción lingüística literal, tratando del mismo modo los recursos de los traductores, las intenciones de los mismos, los textos que se traducían, a quién iban dirigidos, cómo se traducían, es decir, qué criterios se seguían o las consecuencias de estos trabajos, cuestiones todas estas que se desarrollan en los ensayos que siguen. El segundo ensayo de la obra de centra en el ámbito territorial chino, escrito por R. Po-Chia Hsia se titula “La Misión Católica y las Traducciones en China, 1538-1700”. Este ensayo como ya indica su título está limitado en el tiempo y espacio, es interesante puesto que abarca las cuestiones anteriormente propuestas para el caso chino, la mayor parte del mismo está centrada en la traducción de tres tipos de textos religiosos, científicos y humanistas, si estos son los objetos de traducción los traductores eran en su mayoría miembros de la orden jesuita puesto que fue esta orden la que instaló una misión en China. El ensayo se cierra sobre una conclusión sobre el verdadero impacto de las traducciones en China. El tercer relato de esta primera parte se trata de un texto de Ewa Kowalska “El Lenguaje como Mecanismo de Transmisión de Valores Culturales”, el ensayo se centra sobre todo en Eslovaquia y en el uso del eslovaco como lengua vernácula frente al uso de lenguas foráneas para la edición de textos en este caso el ensayo establece un discurso entre la importancia de las lenguas vernáculas para transmitir elementos fundamentales dentro de una propia nación, como las creencias religiosas de la Eslovaquia moderna. El último ensayo de esta primera parte pertenece de nuevo a Peter Burke “Traducciones al Latín en la Europa de la Época Moderna” , este texto es muy interesante por la problemática que plantea el mismo, pues la traducción de un texto en lengua vernácula podía darse por varias intenciones como por ejemplo el querer convertirlo en un clásico o buscar su internacionalización, pero también plantea el problema de tener que adaptar los textos modernos a un idioma muerto; el ensayo cuenta también con un listado de las obras traducidas al latín así como con una clasificación de las mismas.

Se abre tras este ensayo la Segunda Parte de la obra que versa sobre Traducción y Cultura. El primer texto pertenece a Carlos M. N. Eire “Traducciones y Devoción Católica a Principios de la Edad Moderna”, éste trata sobre la literatura devocional, en especial los textos monásticos clásicos, teniendo en cuenta el impacto que la Reforma tuvo sobre la creación y traducción de más textos de naturaleza devocional, católica. Posiblemente lo más interesante del mismo sea la clasificación de una serie de modas europeas en estos textos. El segundo ensayo de esta parte “La Traducción de Obras de Teoría Política en Europa a Principios de la Edad Moderna” por Geoffrey P. Baldwin nos aleja de los escritos religiosos para acercarnos a los de índole político, el propio texto está dividido en una tipología sobre los cuatro distintos géneros de escritos políticos que circulaban durante la Edad Moderna en Europa, , así como agrega dos apartados en los que se trata la traducción y la intencionalidad con el ejemplo de Jacobo I y el Basilikon Doron y el de Jan Barbeyrac. El ensayo se cierra con una conclusión sobre la traducción como una adaptación de una cultura a otra, y las barreras que la misma se encontraba. Sigue con un texto de Peter Burke titulado “La Traducción de Historias” en éste se aboga por una visión antropológica para con este tipo de traducciones puesto que se corresponden con un acercamiento cultural premeditado, es decir, se traducía aquello que producía curiosidad. El ensayo se basa a su vez en dos estudios de caso y se divide en distintos apartados para intentar dar una visión lo más global posible. El último de los ensayos de esta segunda parte se titula “The Spectator, o la Metamorfosis de un Periódico: Un Estudio de Traducción Cultural” a cargo de María Lucía Pallares-Burke. El texto es un estudio de cómo el formato del semanario británico se adaptó en distintos países con más o menos éxito, la autora defiende que estas adaptaciones pueden considerarse traducciones culturales de forma y estilo, destacando sobre todo el caso francés con el logrado esfuerzo de Delacroix Le Spectateur, es interesante a su vez como la autora destaca que no sólo era el propio periódico el que se traducía sino la actitud hacia el mundo.

Cerrada la segunda parte de la obra se da paso a la tercera y última Traducción y Ciencia, compuesta a su vez de cuatro nuevos textos. El primero de Isabelle Pantin versa sobre la importancia de las traducciones en los intercambios científicos, “El Papel de las Traducciones en los Intercambios Científicos Europeos de los Siglos XVI y XVII”, este texto se divide de nuevo en distintos apartados que se centran en el flujo de traducciones científicas y las lenguas de traducción así como en la plausible idea de la construcción de una Bibliotheca Philosophorum, ya que el flujo de traducciones científicas en Europa durante los siglos modernos fue más que considerable. El segundo texto trata un tema novedoso en la compilación de la obra, las relaciones entre el mundo Helénico, o los restos del Imperio Bizantino, y Europa Continental con traducciones versadas al griego. Así pues Efthymios Nikolaïdis se embarca en este estudio, si bien reconoce las limitaciones que el mismo tiene, a través de las últimas décadas del Imperio Bizantino y la importancia que en éste tenía la ciencia, particularmente la astronomía y como todos los funcionarios dominaban a la perfección la misma. Sigue su estudio con las comunidades griegas dentro del nuevo Imperio Otomano que continuaban en la línea cosmológica anterior, a pesar de que quedaran pocos eruditos griegos dentro del mismo puesto que muchos emigraron a Italia. Feza Günergun da un giro añadiendo un texto que trata el fenómeno al contrario, es decir, las traducciones realizadas al turco en la edad moderna, siendo los textos de carácter farmacológico y médico los mas traducidos junto con las cartografías o libros de navegación europeas. El último de los cuatro textos de esta tercera parte trata “La traducción de Obras Científicas en Rusia entre los Siglos XV y XVII” por S. S. Demidov. En éste Demidov hace un primer y breve recorrido por la historia confesional de Rusia hasta las reformas de Pedro el Grande, teniendo en cuenta que fue realmente un siglo antes, el XVII, cuando los primeros esfuerzos intelectuales educativos empezaron a calar hondo, gracias a su vez a una intensa actividad de traducción.

La cuidada edición de Akal añade un Apéndice a la Edición Española (pp. 269-287) a cargo de Fernando Bouza que pone el perfecto cierre a un cuidado libro con su texto “Necesidad, Negocio y Don. Uso de la Traducción en la Cultura del Siglo de Oro”. Tras este apéndice se añade la Bibliografía de la obra (pp. 289-312), en ésta solo se citan las fuentes secundarias puesto que las primarias están a pie de página en cada texto. Sigue un apartado de Notas Sobre los Autores (pp.313 -316 que es de agradecer puesto que son varios, así como se incluye después un Índice Onomástico (pp. 317-332) al que continúa el Índice General de la obra (pp. 333-334). Así pues os recomendamos que os acerquéis a comprarlo y lo leáis, pues constituye una magnífica muestra de estudios culturales.


1 comentario:

Unknown dijo...

Très bon résumé

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