jueves, 29 de julio de 2010

Comunicaciones X Encuentro AHC

Ya se encuentran disponibles las comunicaciones que se van a presentar en el X Encuentro de la Asociación de Historia Contemporánea el próximo mes de Septiembre en Santander.

Aquí os dejamos el enlace por si quereis echarlas un ojo.
De nuevo, algún integrante del Grupo Mnemos estará por allí dando la charla.

viernes, 23 de julio de 2010

En memoria de Aby Warburg (2): "Pervivencias de la Antigüedad Clásica y sus Representaciones en la Sociedad Occidental Contemporánea: la ninfa"


Mi primer contacto con Aby Warburg y su obra fue, como no podía ser de otra forma, durante los años de licenciatura, más en concreto cuando cursaba mi tercer año de Historia en la Universidad Complutense de Madrid. A pesar de seguir el itinerario de Historia Contemporánea, aquel curso me matriculé, por recomendación de un compañero modernista, en la asignatura de Cultura y Mentalidad en la Edad Moderna, impartida por el profesor Fernando Bouza y en el desarrollo de ésa asignatura se produjo el doble descubrimiento. Por un lado contacté, debido al magistral estilo del docente, con la Historia Cultural en todas sus vertientes y por otro con la figura y obra de Aby Warburg. Nadie queda indiferente ante el sabio alemán y mi reacción inmediata fue la de la fascinación. Fascinación hacia su persona, solo aumentada tras devorar la biografía intelectual firmada por Gombrich, y por lo fragmentario, casi caótico de su obra.
A Warburg se le considera normalmente un historiador del arte, un hecho que compartimenta y sesga en cierta medida sus logros. Como estudioso de la cultura los resultados de las investigaciones de Warburg y su legado resultan interdisciplinares, rebasan las barreras de la compartimentación departamental y se hacen aplicables en multitud de disciplinas. No en vano Warburg procuró evitar siempre lo que él llamaba “vigilancias fronterizas” y trabajó para construir una Ciencia de la Cultura (Kulturwisenschaft) de carácter integrador e inclusivo (Burke 2006, 24).
Su idea de las pervivencias de la Antigüedad Clásica sustentaría lo que Peter Burke denominó “esquema cultural” (25). Es imposible construir significados sin esquemas, sin fórmulas culturales de representación pues éstas fijan los significados dentro de los repertorios culturales.
De éste modo Warburg estudió las pervivencias de la Antigüedad (Nachleben der Antike) en las obras, las representaciones iconográficas, del Renacimiento, localizando en ellas una serie de continuidades, de esquemas, que permanecían casi inalterables pese al paso del tiempo.
Una de las figuras que aparecía representada, objeto de dichas pervivencias, y que secuestraría la imaginación e intelecto del genio alemán durante largas temporadas, sería la Nympha. Estas graciosas y esbeltas figuras femeninas fueron descubiertas por Warburg mientras desarrollaba su tesis doctoral. En las obras del renacimiento florentino con las que Aby trabajó durante años, dichas figuras femeninas aparecían desprovistas de su esfera mitológica, de la cual presumiblemente derivaban, y “aparecían directamente dentro de los grupos de patricios florentinos” (Forster 2005, 23), es decir, aparecen como una reformulación de prototipos antiguos insertas en un nuevo contexto histórico.
Partiendo de dicha figura, representante de una Antigüedad superviviente, y en homenaje humilde y sentido a la figura de Aby Warburg, con motivo de la publicación en castellano del Atlas Mnemosyne, se presenta este breve texto que analiza de manera somera y liviana la supervivencia de la ninfa en el imaginario colectivo de las sociedades occidentales hasta nuestros días.

Como primer punto querríamos plantear la una hipótesis teórica consistente en la equiparación de estas pervivencias estudiadas por Warburg con la teoría de los tipos y los estereotipos planteada por la Escuela de Birmingham (Hall, 2009 ). En su aplicación concreta al tema de la ninfa, podría afirmarse que la figura localizada por Warburg en diferentes momentos históricos y obras pictóricas, no sería otra cosa que la representación gráfica de un estereotipo de feminidad.
La imagen, al igual que cualquier otro lenguaje, fija significados y puede leerse como un texto. La ninfa posee una significado otorgado por su papel en los diferentes relatos mitológicos y por lo tanto su representación gráfica encierra en sí misma y manifiesta dicho significado. El significado circunscrito a la figura de la ninfa vendría dado por la cultura y la ideología hegemónicas, que mediante los relatos mitológicos rodearían a estos bellos y atractivos personajes de un halo de fatalidad ineludible e inseparable de su belleza.
Por lo tanto, en personajes como Circe y Calipso – personajes pertenecientes a La Odisea – encontramos los rasgos característicos de este estereotipo femenino, de este esquema cultural, que pervivirá en el tiempo, reformulándose y mutando de acuerdo con el Zeitgeist del momento histórico. Así la ninfa warburgiana puede identificarse como origen de un estereotipo que evolucionaría en épocas posteriores hacia la dama de las leyendas medievales, la femme fatale decimonónica, la vamp, la Lolita y la mujer fatal del film noir.
Este continuo nos plantea una cuestión interesante: ¿de haber vivido Warburg más tiempo, o de reformularse parte del Atlas Mnemosyne, incluirían los paneles 46 y 47 – aquellos con la ninfa como hilo conductor – representaciones de estas ninfas producto de la modernidad?
Conceptualmente existe una correlación probada y esgrimida como argumento en multitud de estudios que situaría a la ninfa de la Grecia Clásica como un precedente de la femme fatale – Allen (1983) o Wood (2008). Todas estas mujeres – representaciones femeninas – encarnarían la seducción y la perdición, ‘raptando’ las mentes y las voluntades de sus hombres en una modalidad de rapto conocida como nympholeptoi (Calasso, 2008) mediante la cuál el hombre caería subyugado a los encantos de éstas féminas siendo arrastrado a un final falta que en la gran mayoría de ocasiones sería compartido entre el héroe del relato y la ninfa – recordemos en el caso concreto de Warburg su encierro en el sanatorio mental del Dr. Binswanger.
Pero las coincidencias no se limitan simplemente al nivel conceptual, el sistema de representación gráfica de éste estereotipo de feminidad – a todo estereotipo le corresponde, normalmente, un régimen de representación iconográfica – ha permanecido constante con el paso del tiempo, asumiendo ciertas modificaciones y adaptándose al paso del tiempo, sumergiéndose en el espíritu de cada época. Los paños, las vestimentas y los cabellos al viento, la belleza y la primacía primero del blanco y más tarde del negro en su caracterización, su esbelta y delicada figura y lo delicado de sus rasgos, configurarían la representación de la ninfa en sus múltiples reformulaciones a lo largo de la historia.
Para concretar este homenaje nos gustaría presentar, a modo de panel del Atlas Mnemosyne, las representaciones de la ninfa que, de haber vivido Warburg lo suficiente, nos place pensar que habrían sido incluidas en una suerte de panel 46/47 bis.
Aquí dejamos pues nuestro humilde y sentido homenaje a un gran historiador.





Obras citadas:

Allen, Virginia M. (1983). The Femme Fatale Erotic Icon. Troy: Whitson.
Calasso, Roberto (2008). La Locura que viene de las Ninfas. Madrid: Sexto piso.
Hall, Stuart (2009): The spectacle of the other. En Hall Stuart (ed.) Representation: cultural representations and signifying practices. Londres: SAGE
Wood, Guy H. (2008): El maestro de esgrima: de mujeres fatales y cine negro. Arizona Journal of Hispanic Cultural Studies, Volume 12: 125-45.



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